SES: conectividad garantizada por tierra, mar y aire
Hubo un tiempo en el que conectarse a Internet en alta mar era una alternativa sólo al alcance de algunos bolsillos. Además de caros, estos servicios no ofrecían unas velocidades adecuadas, ésas que la sociedad hiperconectada actual no perdonaría. En el caso de los aviones, la situación era aún peor: dispositivos apagados y entretenimiento a bordo limitado, en el mejor de los casos, a algunas películas del ‘video club’ de la aerolínea.
La revolución digital y la profunda transformación que viven todos los sectores, unido a los definitivos cambios en los hábitos de los usuarios, han confluido en una tormenta perfecta en la que la tecnología satélite y SES ocupan la pole position en la rápida respuesta para que la conectividad a bordo por tierra, mar y aire sea eficaz y eficiente.
La apuesta de la división de datos de la compañía, SES Networks, es ambiciosa. Y para extender estos servicios a cruceros, buques de mercancías, embarcaciones de recreo, aeronaves, plataformas petrolíferas o trenes, SES, y su ‘fibra en el cielo’, cuenta con las capacidades de su flota de órbita media, los 16 satélites de la constelación O3b, que operan sobre la línea del Ecuador a sólo 8.000 km de la Tierra. Esto reduce notablemente el tiempo de latencia, una espera que desquiciaba años atrás a los usuarios.
La familia de O3b seguirá creciendo en los próximos años. En 2019, SES lanzará cuatro unidades más y en 2021 hay previstos nuevos lanzamientos. Son satélites más pequeños y rápidos que los geoestacionarios. El incremento de estos servicios se basa en una demanda imparable: sólo en 2018, 27 millones de turistas zarparán a bordo de un crucero y, a buen seguro, todos llevarán encima un “smartphone” listo para consultar la oferta gastronómica de la próxima escala, revisar el correo electrónico o subir a las redes sociales un nuevo “selfie”. Por otro lado, son varias las aerolíneas que ya ofrecen wifi a bordo gratuito.
La conexión a Internet vía satélite garantiza inmediatez, y ahora también velocidad a un precio razonable. Donde las infraestructuras tradicionales tardan años en implementarse, el satélite es la respuesta. Junto a los mencionados satélites, SES cuenta con infraestructuras terrestres para cerrar el círculo: una red de telepuertos estratégicamente ubicados a lo largo de todo el planeta para redistribuir la señal de los satélites cuando sea necesario.